Australia es un país de contrastes, de naturaleza en estado salvaje. Una belleza extraordinaria que se aprecia en sus playas, sus numerosos Parques Nacionales, flora y fauna.
Y su fondo marino, inigualable. La Gran Barrera de Coral, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, es la meca de los amantes del submarinismo. 1.700 tipos de peces y más de 3.000 variedades de moluscos, que también se puede admirar desde el aire sobrevolándola en helicóptero, en una experiencia inolvidable.
Mítica la Carretera Great Ocean Road de Victoria, que enlaza icónicas playas para practicar surf, tranquilas ciudades portuarias, miradores para observar ballenas y los Doce Apóstoles. Si eres surfista, este es tu sitio, adéntrate en las enormes olas de la playa de Bells Beach
En Australia Occidental, la ruta Indian Ocean Drive enlaza playas de arena blanca, arrecifes de coral, ciudades pesqueras y parques nacionales.
La zona central de Australia es un lugar árido de tierra rojiza, que a pesar de su apariencia desértica, nos sorprende con algunas curiosidades, como Ayers Rock, una impresionante roca roja en pleno desierto.
Imponentes también son las ciudades de Australia. Descubre el famoso puerto de Sídney, y su impresionante ópera, los vanguardistas distritos culturales de Melbourne y el ambiente tranquilo de Darwin. Visite las atracciones nacionales de Canberra, túmbese en las blancas playas de Perth o pasee por las enormes zonas verdes de Adelaida. En todas las ciudades, los rascacielos y las calles comerciales se hallan a pocos minutos en coche de las montañas, el océano, el río o el monte.